Lectura del domingo 16 de julio de 2023 - Por eso les hablo por medio de parábolas

Decimoquinto domingo del Tiempo Ordinario

Evangelio según San Mateo 13,1-23.

Aquel día, Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar.

Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa.

Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: “El sembrador salió a sembrar.

Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron.

Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda;

pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron.

Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron.

Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta.

¡El que tenga oídos, que oiga!”.

Los discípulos se acercaron y le dijeron: “¿Por qué les hablas por medio de parábolas?”.

Él les respondió: “A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no.

Porque a quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.

Por eso les hablo por medio de parábolas: porque miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden.

Y así se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: Por más que oigan, no comprenderán, por más que vean, no conocerán,

Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos,

para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y no se conviertan, y yo no los cure.

Felices, en cambio, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen.

Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron; oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron.”

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